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En medio de los atentados terroristas en África y Europa, el Papa Francisco arribó a Kenia, dando inicio a su gira más peligrosa desde que asumió el pontificado. A su llegada, el Santo Padre aseguró que recorrerá las calles del país sin chalecos antibalas ni autos blindados. Sin embargo, las autoridades desplegaron un gran operativo de seguridad que movilizó a unos 10 mil militares.
