Luego de ser duramente criticada en las redes sociales por sus publicaciones racistas, la estudiante universitaria Elena Serpa Olivos decidió dar la cara y ofrecer disculpas públicas, a la vez de lamentar las consecuencias de sus actos.
La joven de 20 años acudió al diario La República, y frente a una cámara, habló. Consideró que sus palabras fueron malinterpretadas, pues: “Yo no he atacado a ninguna universidad. Le respondí así al chico porque me atacó durante la conversación, no porque sea de San Marcos”.
No obstante, asumió su responsabilidad. “Fue un error, un desliz. Sé que no debí haber dicho eso, la discusión se me escapó de las manos. Quiero pedir disculpas”, añadió. Afirmó que nunca dijo estudiar en la UPC y ahora es víctima de un bullying cibernético desproporcionado.
“Lo único que quiero es que paren con el bulllying porque mi familia se ha visto afectada. Mis padres no tienen la culpa, me falta poco para terminar mi carrera y me parece excesivo que personas que no me conocen sigan desprestigiando mis apellidos”, manifestó Elena.
Todo comenzó a raíz de la iniciativa de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) de exigir un iPad a sus alumnos. En ese contexto, y en medio del debate generado en Internet entre quienes apoyaban y rechazaban la norma, un tuit de Serpa se hizo infelizmente conocido.
“No tengo NADA contra San Marcos. Hablo de serranos como tú, que tienen Twitter. En mi universidad no entra gente como tú, color puerta”, le respondía desde su cuenta @ElenaOlivos al usuario Juan Manuel Cieza (@contab36), quien hizo público el hecho.
Serpa ha dicho que jamás imaginó que él haría masiva una respuesta personal, aunque igual se mostró arrepentida. “En primer lugar, mis disculpas son para él. Fue mi error. Me hubiese gustado que él me diga que fue pésimo lo que dije”, indicó.
Aseguró que pese a que ha quedado marcada como una muestra del virulento racismo que se vuelca en las redes sociales peruanas, ella no es así: “Eso lo saben las personas que me conocen (...). No debo mostrarme como alguien que no soy. He aprendido que tengo que cuidar mucho mis palabras”.
Denunció que, tras verse obligada a cerrar sus cuentas en Facebook y Twitter, se han creado cuentas falsas utilizando su identidad. El caso de Serpa y su despectiva frase ‘color puerta’ ha puesto una vez más sobre el tapete el tema del racismo, sobre todo entre los jóvenes peruanos.
Recordemos que tras conocerse la noticia, se pronunciaron tanto autoridades como profesores de la UPC. Además, un colectivo publicó un video con la frase ‘todos somos color puerta’, como una campaña para contrarrestar esta tara social.
