Durante un recorrido que hizo un equipo de Panamericana Televisión por las calles de Gamarra, en La Victoria, no solo corroboraron más construcciones irregulares en las partes altas de varios edificios de la zona, sino también otros problemas que convierten a este punto de la capital en un bomba de tiempo ante una posible tragedia.
A diario el emporio comercial recibe 250 mil visitantes, sin embargo, poco o nada se ha realizado para la prevención de algún desastre. Además de inmuebles que presentan estructuras metálicas parecidas a las que presentaba la siniestrada galería “Nicolini”, se suma el cableado eléctrico clandestino, puertas que impiden la libre circulación de las personas, entre otros.
De igual manera se pudo verificar que aún permanecen obstaculizadas las principales vías de Gamarra con cientos de ambulantes que no respetan las normas municipales. Ante tal situación, una comerciante formal no dudó en mostrar su preocupación. “Si ocurriera un sismo, esta misma gente sería la primera en llevarse lo peor, y todos los demás”, señaló. Asimismo, esperan que las autoridades continúen con los trabajos de fiscalización para evitar alguna desgracia.
