Gran sorpresa causó un menor de 2 años que se quejaba de gran dolor. Tras realizarle una radiografía hallaron ocho agujas que ingirió, según su madre, de manera accidental cuando lo llevó a la chacra donde trabaja, ubicada en el caserío Ramón Castilla, distrito de Campanilla, en la provincia de Mariscal Cáceres.
“No me di cuenta porque he estado haciendo mis cosas. A veces los niños cualquier cosa se meten a la boca cuando gatean o cuando caminan”, explicó la madre que es también padre de sus hijos y debe de encargarse de la chacra sola.
Según el médico cirujano del hospital Dos de Tarapoto, Efraín Salazar Tito, el niño de inmediato ingresó a cirugía y luego de varias horas lograron extraerle los objetos extraños que estaban distribuidos en diferentes partes del abdomen.
“Eran agujas número 21 para poner inyecciones que estaban cortadas en su parte distal (…) tres en el lado izquierdo eran 5 uno en pared abdominal eran 6 y dos estaba abajo peligrosamente entre la vejiga y el recto. Sacarlas me costó un poco, pero lo logramos con el apoyo del Señor, logramos sacar los de abajo”, dijo el médico que trató al menor.
PIDEN INVESTIGACIÓN
Actualmente, el niño se encuentra en hospitalización, donde su evolución es positiva. Sin embargo, los médicos indicaron que la policía debería investigar este hecho, ya que ellos suponen que el pequeño habría sido maltratado, pues no se explican cómo ingirió tantas agujas que podrían haber acabado con su vida.
