Autoridades reportaron 170 muertos y más de 1150 heridos, tras una semana de ataques entre el Ejército hebreo y el grupo palestino Hamas en la Franja de Gaza. Sin embargo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu defendió la ofensiva y pidió solidarizarse con los israelíes asediados por cohetes. Por su parte, el presidente de Palestina, Mahmud Abás, pidió la intervención de la Organización de Naciones Unidas.