Devastada. Así amaneció Quito, en Ecuador, el último domingo 13 de octubre, tras cumplirse 11 días desde el inicio de las protestas. La cifra de muertos se elevó a siete, mientras en redes sociales circuló un video con el preciso instante en que una bala impacta en un manifestante.
Se desconoce si la víctima recibió el impacto de una munición real o una bala de goma. Pese al toque de queda que rigió el domingo en la capital, algunos manifestantes se saltaron la prohibición y volvieron a las calles.
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el sistema de Naciones Unidas en el país informaron que las negociaciones entre el gobierno y dirigentes indígenas se aplazaban por dificultades operativas y de seguridad. Las manifestaciones dejaron cerca de 1340 heridos y más de 1100 detenidos.