Una verdadera invasión de colectivos “piratas”, es la que se ve en las principales avenidas de nuestra capital a diario vista y paciencia de las autoridades, donde el corredor vial de las avenidas Tacna-Garcilaso-Arequipa es la preferida por los informales porque es donde mayor demanda encuentran. Entre dos y cinco soles están los pasajes, que paga el impaciente público, según el tramo y hora que lo requiere.
Un equipo de Panamericana Televisión comprobó como estos transportistas informales en su disputa por obtener pasajeros bloquean el paso de otros vehículos, provocando tráfico y en otras ocasiones, liándose hasta los golpes por un pasajero.
Por otro lado para los usuarios de los buses formales, el costo de un sol cincuenta por pasaje, es aún elevado y el tiempo de espera, en especial, durante el verano, por decirlo menos llega a ser una tortura y a todas luces el haber segregado la avenida Arequipa, por tramos, para priorizar el servicio de los buses del corredor azul, terminan por generar más tráfico.
Cabe indicar que el perjudicado ademas es el conductor de vehículos privados quienes pasan verdaderas torturas para sortear algunas cuadras y el problema se acentuó cuando se retiró de circulación a las combis, custers y micros.
A diario en los paraderos los inspectores de transporte sólo están autorizados para informar y restringir el paso de vehículos cuando lo crean necesario, a diferencia de los fiscalizadores de transporte de Lima, que están facultados para intervenir y llevar al depósito los vehículos a lo que se suma la ausencia de policías de transito en estas concurridas avenidas.
La informalidad persiste y el tráfico se vuelve aún más caótico a diario en donde la informalidad sigue siendo alentada por los choferes y por mismos usuarios.
