No les importan que estén llevando pasajeros y que alguno de ellos sean niños. Estos conductores descienden del vehículo para enfrentarse a golpes y para convertir la vía pública en su ring de boxeo privado.
Luis Quispe Candia, especialista en temas de tránsito vehicular y presidente de Luz Ámbar, considera que muchas de estas actitudes que toman los choferes del transporte público se debe a que “cada conductor hace lo que le viene en gana, no cumple con las normas y estos hecho están generando agresiones mutuas entre conductores y cobradores”, sostiene.
Quispe Candia considera que el examen psicológico realizado para expedir una licencia de conducir no es lo suficientemente buena, ya que el posterior comportamiento de los conductores los descalifica para continuar manejando en las calles.
