Djokovic revalidó el título del torneo de Miami, en el cual campeona el año 2007, el número uno del mundo en el deporte blanco derrotó este fin de semana a otro grande del momento como Andy Murray, en el Master 1000.
En el primer set el resultado fue engañoso, pero Djokovic ganó los puntos cruciales y cerró la manga, que duró 47 minutos, sirviendo un as, “bajo la manga”.
Según se vio en la televisión internacional Djokovic se vio más exigido en el segundo set y en más de una ocasión azotó las manos contra las caderas en señal de frustración, pero su servicio lo sacó de problemas repetidas veces.
Cuando Djokovic aseguró el triunfo, gritó junto con el rugido de la multitud, miró hacia el cielo, cerró los puños y acercó los codos al cuerpo, una rutina con la que suele celebrar sus triunfos, el ahora uno del ATP fue más que aplaudido, y gloria es el éxito de la zona de los Balcanes que lo vio nacer, y celebra tener al mejor tenista del mundo en este inicio de decenio.
