El Sevilla se impuso a la Roma en la tanda de penales y se proclamó campeón de la Europa League por séptima vez en su historia, en el Puskas Arena de Budapest. El club de la Liga española llegaba a la cita invicto en las seis finales que ha disputado, mientras que el técnico de la Roma, José Mourinho, tenía que afianzar el 100% de victorias en la máxima competición europea.
Tras guiar a los giallorossi a la gloria de la Europa Conference League la temporada pasada, The Special One se propuso convertirse en el primer entrenador de la historia que gana la Europa League con tres clubes diferentes. En las apuestas en línea, los dos equipos estaban bastante igualados y era difícil decir cuál era favorito. Por ello, los aficionados llenaron las gradas para ver cuál sería el desenlace de esta gran final.
Desenlace del partido
Paulo Dybala brindó a su entrenador un comienzo de ensueño, al batir al guardameta del Sevilla, Bono, con un remate de primera clase tras recibir un pase milimétrico de Gianluca Mancini en el minuto 35. La Roma fue mucho mejor que su rival hasta ese momento, controlando el tiempo y desplegando una presión alta, a pesar de que las ocasiones claras fueron difíciles de materializar en la primera media hora.
El gol de Dybala, sirvió a Mourinho para replegar sus líneas y mantener la ventaja hasta el descanso, que estuvo a punto de volverse en contra de los italianos. El segundo capitán del Sevilla, Iván Rakitic, lanzó un gran disparo en el tiempo añadido de la primera parte, pero su devastador intento se marchó rozando el segundo palo.
El técnico del Sevilla, José Luis Mendilibar, hizo dos cambios en el descanso, cambiando a Erik Lamela y Suso por Bryan Gil y Oliver Torres, que tuvieron una primera parte de pesadilla. Los rojiblancos saltaron al campo en la segunda parte con otra mentalidad, negando la posesión a la Roma en busca de un rápido empate. El planteamiento defensivo de Mourinho tras adelantarse en el marcador acabó volviéndose en contra de los giallorossi en el minuto 55, cuando Mancini marcó un desafortunado autogol tras un peligroso centro de Lucas Ocampos desde la banda derecha.
Este gol dio alas al equipo sevillista, ya que les dio la moral suficiente como para buscar más goles después. De hecho, fue un punto de inflexión, ya que el Sevilla se hizo con el control del balón y la Roma sólo podía responder con algunos contraataques.
Instantes finales del encuentro
El empate del Sevilla fue una bendición para la Roma ya que obligó a Mourinho a adelantar sus filas, lo que estuvo a punto de provocar el segundo gol. Lorenzo Pellegrini envió un centro desde el saque de falta, pero Bono realizó un par de paradas cruciales para evitar el peligro tras una jugada embarullada dentro de su área.
La Roma tuvo suerte de capear el temporal en el minuto 76. El árbitro Anthony Taylor señaló un penalti después de que Ocampos cayera dentro del área tras una entrada de Roger Ibáñez. Pero tras consultar con el VAR, el árbitro inglés anuló su decisión inicial, dando a los italianos una bocanada de oxígeno en la final de Budapest.
Sólo unos minutos después, la Roma tuvo una gran oportunidad de recuperar la ventaja, pero Andrea Belotti, suplente en la segunda parte, no acertó con un disparo a bocajarro. A pesar de los esfuerzos del Sevilla por remontar en la segunda parte, el partido se fue a la prórroga. En el Puskas Arena se vivieron varias escenas desagradables en las que la táctica de pérdida de tiempo de Mourinho hizo de las suyas, aunque la Roma tuvo una ocasión monumental para llevarse la victoria en los últimos segundos.
Chris Smalling, libre de marca en el segundo palo, remató de cabeza un saque de esquina sacado por Nicola Zalewski, pero el balón se estrelló en el travesaño. Como suele ocurrir en la Europa League, el Sevilla sobrevivió al drama de los últimos instantes y levantó el trofeo en la tanda de penales, con lo que suma ya siete trofeos.
Bono volvió a ser el héroe para su equipo, como lo fue para su selección en la tanda de penales de Marruecos ante España del Mundial. De esta manera, recordó al mejor Palop cuando el Sevilla ganaba la Copa de la UEFA, volviendo a demostrar a toda Europa que son los reyes de esta competencia.
