El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que en un inicio reportó un terremoto de 7,3 en Japón, aumentó la magnitud a 7,7 en la escala de Richter. La Agencia Metereológica de Japón (JMA) descartó la amenaza de tsunami en el norte del país, donde se localizó el movimiento telúrico.
Hasta el momento no se han registrado víctimas mortales.