En los más de doce años que Hamid Karzai es presidente de este país, su mujer apenas ha aparecido en público un par de veces, organizaciones femeninas piden que tenga un papel más activo.
Pocos afganos sabrían identificarla y la mayoría afirma que no la ha visto nunca. Zeenat Karzai -así se llama la esposa del presidente- es una primera dama fantasma, vive encerrada en el palacio presidencial y se sabe que tiene tres hijos.
Con las elecciones presidenciales de mañana, Afganistán posiblemente continuará siendo un país sin primera dama. Hay tres candidatos favoritos: Zalmai Rassoul, que está soltero; Abdullah Abdullah, separado aunque no oficialmente; y Ashraf Ghani Ahmadzai, casado con una libanesa a quien acusan de no ser musulmana.
"Nos encantaría que la primera dama tuviera un papel activo a favor de los derechos de las mujeres, podría ser un ejemplo a seguir para muchas de nosotras", declara Hasina Safi, directora de la red Afghan Women's Network, que aglutina a más de setenta asociaciones de mujeres.
