Este hombre de 46 años es punto de burlas en toda Inglaterra por una serie de acciones patéticas que cometió, las mismas que lo llevaron a ser denominado, como “el hombre más estúpido de Inglaterra”.
Resulta que Adrian Smith prendió fuego a una cámara de tránsito para evitar que las autoridades lo multaran por exceso de velocidad. Nunca contó con que otra cámara lo había captado cometiendo la falta.
Según ABC, la curiosa historia de este británico comenzó el pasado 21 de febrero. Ese día, Smith conducía hacia su trabajo, cuando se dio cuenta de que una cámara lo había fotografiado por haber excedido la velocidad máxima. Smith, creyendo que la infracción le quitaría su licencia de conducir, prendió fuego al aparato para eliminar las evidencias.
El sujeto se fue feliz seguro de que su osada acción había sido exitosa, por lo que no pudo evitar sorprenderse cuando vio llegar a los policías a su casa para detenerlo.
Pero eso no terminaría allí. Los agentes, en la incursión a la vivienda, se llevaron una gran sorpresa: hallaron en el sótano una plantación de cannabis valorada en 45.000 euros. La situación no podía empeorar para este inglés. Smith fue condenado a dos años de cárcel.
Sin embargo, lo que hace aún más curioso este caso, es que Adrian no hubiese terminado tan mal si no quemaba la cámara, puesto que no había sobrepasado el límite de velocidad. Así le revelaron las autoridades. Su licencia, que era lo que tanto le importaba, no habría sido cancelada.
"Él no ha podido dar una excusa seria de por qué prendió fuego a la cámara más allá de que cometió un acto estúpido y actuó en el calor del momento". Indicó el juez que lo sentenció.
