"La imagen publicada por medios australianos muestra la atrocidad que son capaces de cometer los milicianos del Estado Islámico", afirmó hoy el primer ministro del país, Tony Abott.
La fotografía del soldado sirio decapitado fue subida en la cuenta de Twitter de Khaled Sharrouf, un yihadista australiano, quien el año pasado viajó a Siria con su hijo e ingresó a las filas del grupo terrorista Estado Islámico.
Junto a la escalofriante toma, que se realizó en la ciudad siria de Raqqa y en ella posa un niño, presumiblemente el hijo del miliciano australiano, de al menos diez años, aparece la leyenda “¡Ese es mi chico!”.
La imagen, que ha remecido las redes sociales, es una “evidencia muy gráfica de la amenaza que el Estado Islámico representa”, aseguró el secretario de Defensa norteamericano Chuck Hagel, de visita en Sídney.
Australia cree que 150 de sus ciudadanos están luchando o apoyando al Estado Islámico en Siria e Irak.