Diversos medios italianos informaron este miércoles que dos reos que integraban un grupo de 20 detenidos invitados a almorzar en Bolonia (norte de Italia) por el papa Francisco, aprovecharon este evento para fugarse.
Los presos, de Nápoles, fueron invitados el 1 de octubre a razón de un viaje del papa a Bolonia y se encontraban en un régimen de encarcelamiento abierto, en un centro especial de reinserción cerca de Módena para reos socialmente peligrosos y toxicómanos, detalla la agencia AGI.
Hay versiones contradictorias sobre si ambos llegaron a almorzar con el papa antes de desaparecer. Durante sus viajes dentro y fuera de Italia, Francisco acostumbra reunirse con grupos de reos. Él se ha mostrado preocupado por su situación y aboga por el fin de la pena de muerte.
Precisamente este miércoles el Sumo Pontífice rechazó enérgicamente este tipo de condenas y las consideró inadmisibles por ser “una medida inhumana que humilla la dignidad personal”, durante una audiencia en el Vaticano.
En reunión con los asistentes a un encuentro promovido por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, consideró que la pena de muerte “perjudica fuertemente la dignidad humana” y destacó que “es contraria al Evangelio”.
“Se decide voluntariamente suprimir una vida humana, que es siempre sagrada a los ojos del Creador y de la que Dios, en última instancia, es el único juez y garante. Ningún hombre, ni un criminal, pierde nunca su dignidad personal”, remarcó.
“A nadie, por tanto, se le puede quitar no solo la vida sino la posibilidad de una redención moral y existencial que torne en favor de la comunidad”.