Continúan los experimentos sociales en “La Noche Es Mía”. Esta vez, el equipo de producción del programa quiso poner a prueba la solidaridad de los peruanos frente a un caso de robo o asalto. Para ello, se necesitó a dos colaboradores: a una mujer que debía fingir como una inocente ciudadana y un joven que debía ser el ladrón.
La mujer hace su aparición en un concurrido parque cuando de pronto se siente mal y quiere desvanecerse. Es ahí cuando sale en escena el joven que finge ser una persona colaborativa y se ofrece ayudar a la afectada. Pero sus verdaderas intenciones no son precisamente de apoyo, sino que su único fin es apoderarse de las pertenencias de la víctima.
Sin embargo, cuando el ladrón parecía salirse con la suya, aparecían algunos transeúntes quienes increpaban al supuesto delincuente y hasta en algunos casos le quisieron agredir. Lo cierto es que este experimento social demostró que la solidaridad de los peruanos siempre está presente, aún más en este tiempo donde la inseguridad es crítica.
