Faltan pocas semanas para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, pero lastimosamente ya se vienen registrando casos de quemaduras por el mal uso de artefactos pirotécnicos.
Tal es el caso del pequeño Joy de tan solo ocho años resultó con heridas graves luego de que un cohetón explotara cerca a su pie. Y es que el menor no era consciente del peligro al que se exponía manipulando el material explosivo.
Una situación similar le ocurrió a Edison, un menor de 12 años que ha perdido la visión de uno de sus ojos y dos de los dedos de la mano por jugar también con cohetes.
Para el presidente de la Asociación de Ayuda al Niño Quemado (Aniquem), Raúl Rodríguez, anualmente se reportan entre 35 a 38 casos graves que terminan en mutilación o pérdida de las funciones, por lo que recomienda a los padres de familia estar pendientes de las actividades de sus hijos.
Agregó, que todos los cohetes son peligrosos, pues desarrollan velocidad y alta temperatura en poco tiempo. En definitiva, un riesgo que amenaza a niños y adultos que, en su mayoría, son irresponsables.
