El decano de la Facultad de Ingeniería Civil de UNI, Javier Piqué del Pozo, propuso la ejecución de un plan de rehabilitación de los hospitales más antiguos de Lima, para que no colapsen y puedan operar sin problemas, tras un sismo de gran magnitud.
Remarcó que es de vital importancia que el sector Salud asuma la inmediata rehabilitación de nosocomios como el Cayetano Heredia y el Dos de Mayo, entre otros, cuyas estructuras necesitan reforzamiento.
“La rehabilitación de un hospital cuesta solo el cinco por ciento de lo que demanda la construcción de uno nuevo; por eso la tarea de reparación es más asequible”, comentó el experto de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Agregó que si sucede un sismo que deje gran cantidad de heridos, no habría manera de atenderlos si no se cuenta con los hospitales en condiciones óptimas.
“Después de que ocurre un sismo se debe aplicar un plan de contingencia, que ya deberíamos tener diseñado, y que contemple la atención prioritaria de los servicios vitales, como el agua, la salud, la electricidad y las vías de comunicación”, manifestó a la agencia Andina.
Precisamente, sobre ese último punto, Piqué del Pozo dijo que adicional al tema de los hospitales se tiene que priorizar el estado de las vías de comunicación, que hagan posible la llegada de los vehículos en una situación de emergencia a los nosocomios.
Recordó que hace unos años se hizo un estudio de la situación de las conexiones de agua y su grado de vulnerabilidad ante una emergencia, que reveló que estaban en buenas condiciones, a excepción de algunas partes nuevas de la ciudad.
Sin embargo, dijo, esos estudios tienen que ser actualizados para determinar su situación actual y garantizar que el servicio siga operando.
A juicio del experto, la labor de diseñar y estructurar el plan de contingencia para Lima le corresponde a la alcaldesa de Lima como responsable del sistema de Defensa Civil. “Hay que asegurar que la ciudad siga viva y operando tras un desastre”, enfatizó.
También reclamó que haya un plan de contingencia aplicable al aeropuerto internacional Jorge Chávez y el puerto del Callao, que indudablemente, sufriría daños en caso de un sismo de gran magnitud.
“Por el puerto y el aeropuerto se registra el 85 por ciento del movimiento económico de nuestro país y, sin embargo, hasta ahora no se diseña un plan para amortiguar el efecto de un desastre”, comentó finalmente.
