Como parte de la agenda del papa Francisco para este sábado, tras la misa en la playa de Huanchaco el jefe de la Iglesia realizó un recorrido por el barrio de Buenos Aires en el distrito de Víctor Larco Herrera, una de las zonas más pobres de la ciudad.
El balneario norteño por donde pasó el Sumo Pontífice fue uno de los más afectados por el fenómeno El Niño Costero. Mas de 3000 personas perdieron viviendas, negocios y calles quedaron inundadas debido a que el agua proveniente de los huaicos sucesivos que cayeron en Trujillo se empozó en la zona.
A un año del desastre, el panorama aún no ha cambiado, por lo cual los pobladores recibieron del papa un mensaje de fe y esperanza por una vida mejor. “Estamos esperando a ver si el papa trae bendiciones y se pueda arreglar todo lo que hemos perdido, que traiga misericordia”, decía una de las vecinas a medios internacionales.
Pese a su precariedad, las calles se prepararon lo mejor que se pudo para la visita de Francisco. Esta fue la primera incursión que hace a un barrio pobre desde su llegada al Perú.
