Henry Dávila Fernández nació en Chiclayo hace 35 años y todo este tiempo siempre soñó con conocer a su madre, quien lo entregó a sus tíos abuelos cuando apenas era un recién nacido, convirtiéndolos en sus padres adoptivos.
Él nos cuenta que conoce el rostro de la mujer que le dio la vida gracias a una foto tamaño carnet que guarda como si fuera un tesoro. Lo único que desea es poder conversar con María Ernestina Fernández Flores y sobre todo darle todos esos abrazos que guarda en su corazón.
Gracias a nuestra ‘Línea del reencuentro’ 411-3360, la madre de Henry Dávila pudo comunicarse con el programa para decirle a su hijo que ‘lo espera en casa’. María Fernández decidió no ir al programa por respeto a su nueva familia pero quiere explicarle a su hijo la vida dura que tuvo que atravesar todos estos años.