El pasado 19 de febrero, agentes de la Policía Nacional capturaron a 21 personas que serían integrantes de “Los Malditos de Aucallama”, banda dedicada a la extorsión y el tráfico de terrenos en Huaral.
Sus familiares y comuneros llegaron hasta la sede de la Dirincri, ubicada en la avenida España, para exigir la liberación de los detenidos.
Según explicaron los manifestantes, ellos tendrían pruebas que los efectivos policiales que participaron en el operativo, les ‘sembraron’ droga y armas a los detenidos.