Hace 20 años, una explosión, seguida de varias ráfagas de balas, sería el inicio de uno de los eventos más violentos de nuestra historia. Catorce integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amarú (MRTA), dirigidos por Néstor Cerpa Cartolini, irrumpieron en la residencia del embajador de Japón en el Perú, MorihisHa Aoki, y tomaron como rehenes a más de 600 personas que se encontraban en una reunión realizada en el lugar.
Cerca de 300 agentes de seguridad y efectivos de la Policía Nacional que se encontraban desplegados en la zona, no pudieron hacer nada ante la arremetida terrorista. El temor y la desesperación se apoderó de la calle Prescott en San Isidro.
Durante las siguientes semanas, muchos de los rehenes fueron liberados, pero en la residencia quedaron 72 personas en cautiverio hasta el 22 de abril de 1997, día clave en el que se llevaron a cabo las labores de rescate de cada uno de ellos, en un operativo que tuvo el nombre de ‘Chavín de Huántar’.
Este hecho de hace 20 años, no pasó desapercibido, para el hoy encarcelado expresidente Alberto Fujimori, quien a través de sus redes sociales, recordó la toma de la residencia del embajador de Japón, al decir, que todo el plan de rescate que se efectuó después, llegó a él a través de un sueño.
